En el miércoles de la cuarta semana de Pascua, prosiguiendo con sus catequesis sobre la familia y después de haber reflexionado acerca del diseño original de Dios sobre la pareja hombre – mujer, el Papa Francisco abordó el tema del matrimonio.

El amor entre hombre y mujer, obra maestra del Señor

Desde los tiempos de las bodas de Caná muchas cosas cambiaron pero no el mensaje de Jesús. Jesús no sólo participó en la boda, señaló Francisco, sino que también cumplió el milagro del vino, el primero de sus signos prodigiosos, enseñándonos así que la obra maestra de la sociedad es la familia:

“La presencia de Jesús en las bodas de Caná nos revela de modo nuevo la bondad y dignidad del matrimonio a los ojos de Dios. Se trata de un mensaje cuya vigencia es más actual que nunca, precisamente en estos momentos en que en tantos países aumentan las separaciones y desciende el número de matrimonios”.

Cultura del provisorio

Las personas que se casan son cada vez menos, e incluso en muchos países aumenta el número de las separaciones mientras disminuye el número de hijos. Los lazos familiares se rompen con más frecuencia y son los hijos quienes sufren las consecuencias en primer lugar, por eso “es importante” – afirmó el Papa  “tratar de comprender el por qué”:

“Debemos reflexionar seriamente para comprender por qué los jóvenes de hoy no quieren casarse, a pesar de que casi todos desean una seguridad afectiva estable y un matrimonio sólido. Junto a otras causas, hay un miedo a equivocarse y fracasar que impide confiar en la gracia que Cristo ha prometido a la unión conyugal”.

Las dificultades no son sólo de carácter económico si bien estas son verdaderamente serias, prosiguió el Pontífice. Subrayando que la creencia de muchos de que el cambio en los últimos decenios sea debido a la emancipación de la mujer, el Papa Bergoglio indicó que esto evidencia una forma de machismo; más aun, constituye “una injuria” hacia la mujer.

El testimonio de los esposos cristianos es el mejor modo para decir la belleza del sacramento que custodia la unión que Dios ha bendecido:

“El matrimonio consagrado por Dios protege esa unión entre el hombre y la mujer, que el mismo Dios ha bendecido desde la creación del mundo, y que es fuente de paz y de bien para las personas y para la sociedad”.

El Papa también recordó los primeros tiempos del cristianismo cuando esta gran dignidad de la unión entre el hombre y la mujer venció el abuso de los maridos, hasta entonces considerado normal, de “repudiar a las mujeres” con los pretextos más humillantes.

Sostener los mismos derechos

La semilla cristiana de igualdad entre los cónyuges debe traer hoy nuevos frutos – afirmó el Sucesor de Pedro – “el testimonio de la dignidad social del matrimonio será persuasiva en el camino de la reciprocidad y de la complementariedad entre el hombre y la mujer”:

“Los esposos que se casan en el Señor se transforman así en un signo eficaz del amor de Dios en el mundo. El mejor modo de mostrar al mundo de hoy la belleza y la bondad del matrimonio es el testimonio de vida de los mismos esposos y de la familia”.

“Pidamos a la Virgen María que interceda por todos los esposos, especialmente por los que pasan por dificultades, para que vivan su matrimonio como un signo eficaz del amor de Dios. Muchas gracias y que Dios los bendiga”.

(GM – RV)