NOTICIAS
Descarga la Encíclica del Papa Francisco «Laudato Si»
Papa recibe obispos dominicanos
- ticket title
- Descarga la Encíclica del Papa Francisco «Laudato Si»
- El amor de Dios hará brotar y crecer cada semilla de bien presente en la tierra
- Papa Francisco en Pentecostés: Necesitamos hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo
- La fuerza de Romero es la fe y en esa fe amó y defendió a su Pueblo hasta el martirio
- Papa recibe obispos dominicanos
Fuente: Revista Alabanza #190 En ocasiones nuestra fe parece que se pone a prueba. Un acontecimiento que nos cuesta comprender y aceptar; unas dificultades difíciles de superar o una situación que frustra nuestros proyectos. En una ocasión un policía le hizo una pregunta a un amigo sacerdote: «¿Vale la pena ser bueno?» Le contó que […]
Fuente: Revista Alabanza #190 En ocasiones nuestra fe parece que se pone a prueba. Un acontecimiento que nos cuesta comprender y aceptar; unas dificultades difíciles de superar o una situación que frustra nuestros proyectos. En una ocasión un policía le hizo una pregunta a un amigo sacerdote: «¿Vale la pena ser bueno?» Le contó que […]
La fe a prueba
October 13, 2014 / By FLBNArtículosRelacionados
-
November 17, 2015
«Dios nunca dejará de amarte» – Yuan Fuei Liao
-
September 25, 2015
María y la Iglesia, la luna y la aurora
-
August 31, 2015
Propósito del día
-
August 10, 2015
Una vida saludable
Fuente: Revista Alabanza #190
En ocasiones nuestra fe parece que se pone a prueba. Un acontecimiento que nos cuesta comprender y aceptar; unas dificultades difíciles de superar o una situación que frustra nuestros proyectos.
En una ocasión un policía le hizo una pregunta a un amigo sacerdote: «¿Vale la pena ser bueno?» Le contó que se esforzaba por hacer las cosas bien, pero el ambiente le presionaba mucho para que cediera a la corrupción, se sentía desalentado y sin apoyo. Ciertamente estaba en una situación comprometida, pero el sacerdote lo confirmó en su fe.
El buen pastor
Era una bonita familia que habían formado Donaldo Boss y su esposa. Formaban un excelente matrimonio cristiano. Tenían fe en Dios y luchaban por corresponderle con generosidad. Ya tenían cuatro hermosos hijos que los llenaban de alegría y felicidad.
Sin embargo, un día sucedió una gran tragedia: un incendio terrible consumió toda su casa y desgraciadamente sus cuatro niños murieron en el fuego.
Para el matrimonio Boss fue un golpe sumamente severo. La pérdida de todos sus bienes materiales, siendo muchos, no les importó en absoluto porque su interés no estaba en las cosas materiales. Lo que turbaba su fe era la pérdida irreparable de sus cuatro pequeños. Parecía que la sonrisa había desaparecido de sus rostros para siempre. No comprendían por qué les había sucedido aquella desgracia.
Recibieron tratamiento médico, pero ni así. Sus amistades les recomendaron viajar para distraerse y olvidar su pena. Decidieron ir a Tierra Santa, visitar los lugares que fueron testigos de la vida de nuestro Señor Jesucristo. Pensaban que quizá ahí podrían recuperar la paz que antes habían disfrutado. Pero no fue así. Ni las Iglesias, ni los lugares históricos les dieron la paz que buscaban. Aunque se la pedían a Dios, no dejaban en el fondo de recriminarle ese doloroso accidente.
Una tarde vieron a un rústico pastor palestino que conducía a unas ovejas. El buen hombre llegó a un arroyo y quiso pasarlas a mejores pastos, pero las ovejas con sus crías se resistían y no querían cruzar las aguas. Entonces el pastor fue tomando en sus brazos a los cuatro pequeños corderos, uno por uno, y pasándolos al otro lado. Cada oveja, cuando veía a su cría al otro lado del río, se metía resueltamente en la corriente y atravesaba tranquila y deseosamente las aguas queriendo reencontrarse con su retoño.
Al observar este hecho el matrimonio se llenó de luz. Comprendieron al instante que Jesucristo es el Buen Pastor de las ovejas. En su sabiduría profunda e infinita había permitido que sus cuatro hijos cruzaran antes de ellos el río de la muerte y allí estaban salvos y seguros, en «mejores pastos». Supieron que ya no tenían por qué tener temor de nada. Era cuestión de tiempo que habrían de volver a reunirse con sus adorados pequeños. Sus hijos estaban seguros con el buen Pastor, y ellos en la tierra igualmente, pues Cristo también está de este lado del río. Como dice san Pablo, nada podrá jamás separarnos de Cristo, basta que confiemos en Él.
El Papa Benedicto XVI anima a crecer en la fe de tal manera que se mantenga firme ante cualquier ataque del enemigo. Explica el Papa que la fe será fuerte si está arraigada en Cristo, si se tiene la experiencia de Jesús resucitado y vivo que nos ama.
No olvidemos, pues, vivir con la certeza del amor de Jesús por cada uno de nosotros.
Historias que nos hacen pensar
El elefante encadenado
El elefante encadenado, Jorge Bucay — No puedo –le dije— ¡NO PUEDO! — ¿Seguro? –me preguntó el gordo. — Sí,…
Leer másMarch 2, 2015 / By EH Carta de un Misionero que se prepara a morir
September 30, 2014 / By FLBN Contigo estaré [VIDEO]
Videos
Contacto FLBN
Email: labuenanoticia@claro.net.do
Phone: (809) 562-2655
Fax: (809) 540-2336
Address: Ave. 27 de Febrero #311, Ensanche Evaristo Morales, Santo Domingo, R.D.